miércoles, 1 de abril de 2009

¿Jugamos?

1. Yo te digo que te quiero y tu volteas la cara. Yo te la volteo y te beso, tu peleas e intentas quitarte. Te quitas y me abofeteas. Y te digo que no me importa pues ya conseguí lo que quería. Ya no te quiero más. Tu tambien conseguiste lo que querías. No se si alguna vez me quisiste.

2. Reviso el celular para ver tus mensajes que guardo en el. Patetico. Decido borrarlos pero no me decido a presionar el boton. Decido mejor borrar las imagenes tuyas guardadas en el, pues las palabras parecen mas reales a las imagenes. Guardo el celular. Justo en ese momento suena un mensaje. Eras tu...carajo, otro mensaje que guardar.

3. Peleamos, hablamos, "decidimos", prometemos. Poco despues rompemos la promesa.

4. Volvemos a pelear, te contradices de lo ya dicho, te pido que te vayas y me dejas ahi, me encabrono por tus contradicciones, te mando un mensaje. Me eliminas (no me digas que no), te reclamo, me agregas de nuevo (estoy segura), me dices y te digo.

5. Una noche tocas una guitarra y cantas. Terminamos enredados en una cama de un cuarto que cuesta 130 pesos x 3 horas. Estamos ebrios. Dormimos un tanto y el resto no dejamos que los demas huespedes duerman.

Aaaah...pero que dificil es jugar contigo eh, pero no me quejo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pués deberías quejarte, cielo. Deberías.

Mucha yegüa para un jinete aficionado y con enorme falta de talento, diría yo.

Parece evidente que el paso (ritmo), la cabalgada e incluso el trayecto... corrieron por tu cuenta.

Bueno; si al menos tu disfrutaste de la monta (aunque fuera él el montado)... me alegro por ti, encanto. Seguro que el jinete no supo apreciarla en su justa medida.
Alguien así (como el que describes) no es capaz de apreciar lo que desconoce y/o no tiene el suficiente interés por ello.

Un beso, ragazza.